El cabello se erige sobre células de repuesto muy rápido, lo que explica las deficiencias y caídas ante contratiempos ligeros o graves (como la quimioterapia). Existe una gran variabilidad de tipos alopecia provocadas por diferentes causas.
Las más usuales son la Alopecia Androgenética y el Efluvio telógeno pero existen otro tipo de alopecias menos frecuentes como la Alopecia areata, o la Alopecia frontal fibrosante que están aumentando su incidencia últimamente.
Tipos de alopecia
La alopecia androgenética tiene lugar en hombres (también en mujeres pero menos) y consiste en la pérdida progresiva del cabello en el área central del cuero cabelludo. Aparece como consecuencia de una tendencia genética y a un exceso de “sensibilidad” para las hormonas masculinas. Si se empieza a tratar desde el momento de su aparición, los resultados son positivos.
En casos muy avanzados, se suele plantear al paciente la técnica del microinjerto de cabello.
El efluvio telógeno se caracteriza porque un agente externo, normalmente una enfermedad, estrés, cambios climáticos bruscos, dieta, o algún tipo de tratamiento farmacológico, provocan que un gran número de folículos pilosos entren en fase de recambio biológico.
En estos casos se suele impartir un tratamiento tópico o oral con resultados muy positivos.
La alopecia Areata es una tipología de alopecia que afecta a los folículos pilosos provocando la caída de mechones de pelo en diferentes áreas de la cabeza aproximadamente del tamaño de una moneda.
La Alopecia Areata no tiene una cura definitiva pero puede mejorar mediante tratamientos específicos.
La Alopecia Frontal Fibrosante es una alopecia cada vez más frecuente y muy característica que presenta la pérdida progresiva del cabello en la zona frontal de la cabeza de forma simétrica. No se conocen las causas pero se cree que puede ser debido a una deficiencia inmunológica.
La Alopecia Frontal Fibrosante no tiene una cura definitiva pero puede mejorar mediante tratamientos específicos.
También se puede realizar un injerto de pelo una vez la enfermedad se haya estabilizado.